viernes, 17 de junio de 2011

SOS UN PADRE A TODA MADRE

Hace años en una celebración del día del padre, recuerdo que mi esposa me dijo: ¡¡¡Felicidades en tu día!!! Sos un padre a toda madre, para mis hijos…"

Entre sonrisa fingida y una inmensa duda, me quede callado, pensando que implicaba semejante expresión, quizás dándole la razón en el sentido que parece que algunas veces, quienes más influencia tienen o que más huellas podrían dejar en la vida de nuestros hijos son las madres.

Ellas son las eternas comunicadoras, y nosotros los eternos mudos, ellas hablan con palabras, nosotros con sonidos onomatopéyicos, etc.

Tanto se ha llegado a apreciar la influencia de las madres, que hoy en día en Europa y algunos lugares del mundo, en muchos movimientos feministas se promulga la idea que, los hombres ya nos somos necesarios, porque pueden hacer casi cualquier cosa sin nosotros.

Sin embargo, creo que el Creador de todo estableció que tanto la fecundación, como crianza y formación del humano requería de dos partes, de un papá y una mamá, ambos con diferentes formas de ser y de pensar, pero con las características y cualidades necesarias que ayudarían a sus hijos en su vida en forma integral.


Claro que somos buenos para algo en la vida de nuestros hijos, y los estudios lo están demostrando cada vez, más.

Recuerdo que cuando tiraba a mis hijas elevándolas y dejándolas caer en la cama, mi esposa me decía – no se te olviden que son niñas – mi respuesta era: pero a ellas les gusta.

Con mi hijo varón aprendí que si quería que él se tirará desde lugares peligrosos o hiciera una hazaña tipo MacGiver, nunca debía de dejar que su mamá fuera al parque con nosotros, y hasta la fecha creo que ella no sabe las situaciones peligrosas en las que su niño de 4 a 6 años, enfrentó en ese parque. Algunas veces hasta yo me asuste.

Entre las cosas interesantes que se han descubierto es que los padres podemos bajar nuestra testosterona para ser tiernos, pero también elevamos nuestras feromonas para proteger.


1.    Por nuestros hijos bajamos la testosterona…tremendo sacrificio.
En un artículo de selecciones que lo puede buscar en internet se muestra los siguientes descubrimientos (http://www.selecciones.es/el_efecto_papá) Ross Parke, un profesor canadiense de psicología en la Universidad de California dice que siempre se había pensado que las madres estaban preparadas hormonalmente para criar a los hijos, y que los padres adquirían estas habilidades culturalmente. Sin embargo, dice Parke, “los hombres están mejor preparados biológicamente para ser padres de lo que se pensaba”. En varios estudios, Katherine Wynne-Edwards, profesora de biología en la universidad de Queen en Kingston, descubrió que los niveles de la hormona masculina de la testosterona en un padre descendían durante las semanas próximas al nacimiento de su hijo. También encontró que se incrementaban los niveles de estrógeno y prolactina, normalmente asociados a las mujeres.

2.  Nuestras feromonas protegen a nuestras chicas
Las feromonas son señales químicas que pueden cambiar la conducta, y las emiten todo tipo de criaturas, desde insectos hasta humanos. Pueden estimular o inhibir la conducta.
Robert Matchock, profesor asociado de psicología en la Universidad Estatal de Pensilvania, piensa que las feromonas de los padres pueden ayudar a explicar por qué las niñas alcanzan la pubertad cuando lo hacen. En un estudio de casi 2.000 estudiantes universitarias femeninas, descubrió que “las mujeres que crecían sin su padre biológico en casa experimentaban una maduración sexual cuatro meses antes, en promedio, que las mujeres que vivían con su padre biológico”.
Matchock opina que los padres quizá emitan una feromona que retrasa la maduración sexual de sus hijas.

Claro que si lo hacemos, así mandamos a volar a cualquier zopilote que ande por ahí..

3.   Promovemos la interdependencia
Muchos investigadores de “padres” están intrigados por el hecho de que los padres tienen un estilo paternal distinto al de las madres. Mientras que las madres prefieren calmar y tranquilizar a sus hijos, a los padres les gusta excitarlos y estimularlos.
Jugar con las manos y fingir peleas son actividades preferidas a la hora del juego, y a los padres les gusta animar a sus hijos a que tomen riesgos: que se suban a lo más alto en los columpios del parque, por ejemplo.
Andrea Doucet, profesora de sociología en la Universidad de Ottawa, es autora del libro Do Men Mother? (“¿Son madres los padres?”), que trata sobre los padres que se quedan en casa, cuidando a los hijos. “Los padres están redefiniendo cómo vemos la paternidad”, dice ella. “Nosotras tendemos a pensar que criar a un hijo consiste en protegerle y mantenernos cerca de él. Pero lo que hacen particularmente bien los padres es promover la independencia de los niños de manera cariñosa”.

En fin podríamos seguir enumerando cada descubrimiento que refuerza la idea del tremendo impacto que tiene el papá en la vida de los hijos, pero a la larga creo que el mayor legado que cada padre debe de dejar en sus hijos son raíces y alas.

Raíces: Que son los principios, valores, creencias en las cuales ellos deben de afirmarse. Enseñanzas de vida que le ayudaran a permanecer firmes en los vaivenes de la vida

Alas: La Capacidad de poder emprender el vuelo, cuando ellos estén listos, ya sea para que se alcen en busca de sus sueños que los realicen o cuando tomen la decisión de iniciar una nueva vida.

Si criar influenciando a los hijos ha sido una función que muchas madres han logrado con éxito, creo que sí, yo he sido un padre a toda madre.

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