miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mi salario tu deuda


Según los expertos el uso del dinero es uno, de los factores más importantes que destruyen los matrimonios, a través de las consejerías nos hemos dado cuenta de que muchas parejas están usando el dinero aisladamente. En la mayoría de los casos uno es el que esta prestándole dinero al otro, antes que llegue el fin de mes, y el otro se enoja que le pregunten ¿por qué no te alcanza?

Algunos se ocultan información sobre cuánto ganan, gastan o deben. De hecho se han asombrado cuando en consejerías uno de ellos ha dicho el saldo de las tarjetas de crédito.

Las diferencias en cuanto a cómo manejan el dinero es diferente, uno es el ahorrativo el otro derrochador, uno es el que sabe llevar la contabilidad, el otro deja los papeles por todos lados Uno cree que siempre necesitan algo más en la casa, mientras que el otro cree que ya tienen lo suficiente.

Muchas son las recomendaciones por ejemplo:

1. Ponerse de acuerdo y realizar un presupuesto
2. Tener la actitud correcta de darse cuentas
3. Compartir responsabilidades
4. Hasta donde se pueda tratar de evitar la cultura del vivir endeudado

Pero lo más importante es entender que Dios no envía el dinero a dos cajas sino que lo envía a una sola, para que ambos lo planifiquen. Esto es importante como nos recuerda la sabiduría bíblica ¿Andarán dos juntos si no estuvieran de acuerdo? (Amos 3:3)

Sin embargo el consejo bíblico también nos sugiere tomar en cuenta, que pudiera existir en el binomio matrimonial, la posibilidad que uno de ellos, sea el más apto para manejar las finanzas, y si el otro es sabio, pondrá en las manos de su cónyuge el presupuesto familiar, para ver orden, control aun cierta prosperidad.

La mano negligente empobrece;
mas la mano de los diligentes enriquece (Proverbios 10:4)

Así que la pregunta es ¿quién en la pareja es la mano diligente? para que ella pueda tomar las finanzas familiares y que sea mi salario, nuestros gastos y deudas.

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